Yo, la piedra, imagen soy:
Como símbolo perdurable de inmortal recuerdo.
Cuanto vives, muéstralo,
Por nada en absoluto tú te aflijas,
Para poco es vivir,
Su final el tiempo reclama.
Yo, la piedra, imagen soy:
Como símbolo perdurable de inmortal recuerdo.
(Epitafio de Sicilio, Siglo I d.c.)
La obra de arte obtiene su valor tanto por la perfección del objeto construido como por el lugar donde aparece ese objeto: un lugar que se transforma y deja de ser un espacio insignificante para convertirse en fuente de significado, dando un contenido intelectual al vacío.
El concepto de Genius Loci, hace referencia al espíritu protector del lugar y es heredado de la cultura romana. Lo podemos entender como la atmósfera del lugar, las preexistencias ambientales y la memoria colectiva.
Lo más interesante en este caso específico es que genius - que quiere decir espíritu - permite también pensar en una presencia ultraterrena, invisible y al mismo tiempo tangible...
El espectáculo Genius Loci quiere tender un puente entre el espíritu del lugar –Itálica- y la actividad que se va a realizar en el mismo –el festival de danza- , recibiendo a los espectadores en una ceremonia propiciatoria, en honor al sol postrero que da paso a la misteriosa noche.
Invoquemos, pues, al espíritu del lugar, para que retorne al mundo de lo palpable, y a las Musas propiciatorias, para entrar en una dimensión más allá de lo tangible...
Canta querida Musa mía,
E inicia mi canto,
Y que una brisa de tus sagrados bosques
Agite mi alma.
Sabia Calíope
Que conduces las graciosas Musas
Y tú, sabio iniciador de los misterios,
Peán delio, hijo de Leto,
Asistidme benévolos...
(Himno a la Musa, Mesomedes de Creta, MÚSICO PREDILECTO DEL EMPERADOR ADRIANO, Siglo II d.c.)